miércoles, 19 de septiembre de 2012

La competencia social y ciudadana o cómo no ser un harapo de la vida

Hoy sigo con mi serie "Competencias Básicas" y le toca el turno a la social y ciudadana. Ésta es muy fácil. Se trata de seguir las siguientes premisas, que no son excluyentes a otras que las puedan complementar. Si uno no se comporta como un orangután y es capaz de seguir ciertas normas podemos decir que es apto para vivir en sociedad. Hasta las hormigas lo son, no es tan difícil. 

Proceso para adquirir la competencia social y ciudadana:

- Saluda. Decir hola y adiós no es tan difícil. 
- Por favor y gracias son las palabras mágicas, no seas becerro. 
- No escupas en el suelo. 
- No pegues chicles en el pelo de los compañeros. 
- Usa los baños como un humano, no como un perro.
- Al usar el transporte público, deja bajar antes de subirte. Y paga tu billete, claro. 
- Intenta ser buena persona: no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti. 
- Sonríe. Es gratis. 

Estos ocho puntos se resumen en uno: Respeta y serás respetado. 

Os aseguro que los alumnos que realizan estos ocho ítems consiguen, al menos, un 6 en mi asignatura. Pensad que sonreír y que te devuelvan la sonrisa ya te pone de buen humor, y con buen humor se trabaja mejor, ¿verdad? Ayyyy... ¡Cuánto garrulo suelto en el mundo de los adultos! 

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