jueves, 11 de octubre de 2012

Cuando ser fuerte es la única opción

A raíz de este blog y de otras páginas en las que participo, muchos son los que me juzgan sin conocerme. Sinceramente, sus opiniones sobre mí me patinan y mucho. Cuando necesito oír algo que no me gustará tengo a mis amigos, que al menos me dicen las cosas con cierta base y fundamento. No os voy a contar mi vida, en primer lugar porque no tengo tiempo y en segundo porque no creo que os vaya a interesar mucho, pero ya desde bien jovencita aprendí que ser fuerte (o al menos aparentarlo) era la única opción para sobrevivir.

No me voy a poner trascendental, sólo quiero hacer hincapié una vez más en la diferencia entre aquellas personas que sólo ven el problema y aquéllas que buscan la solución. No importa cuantas veces uno fracase por el camino, porque todos esos intentos nos harán más fuertes; esto, amigos míos, me lo ha acabado de enseñar un alumno de 2º de ESO que tuve el año pasado, Dani, de quien tanto aprendí y al que tanto cariño le tengo. Intentarlo en sí ya es, en cierto modo, lograrlo. El camino hacia la fortaleza está plagado de intentos frustrados, pero la satisfacción que uno obtiene de sí mismo cuando logra algo que antaño le resultaba imposible es algo inconmensurable.

Como a veces las palabras no bastan para explicar un sentimiento, un pensamiento, una idea, os dejo no sólo la voz de Nick Vujicic, sino también su ejemplo de vida. Sin duda Nick, nacido en 1982, es un claro ejemplo de tenacidad y de superación. Me encanta ver cómo los alumnos se emocionan con sus ponencias. Les llega. Les toca. Les enseña.




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