lunes, 26 de noviembre de 2012

Errare humanum est

sed perseverare diabolicum. Clásicos grecolatinos, os odio. Bueno no, pero hoy sí. No aprendo. No aprendo ni a tiros. Soy peor que todos mis alumnos juntos. Soy obstinada y caprichosa -y dudo mucho que esto vaya a cambiar-. No, no soy obstinada y caprichosa en general, sólo en ciertos aspectos de mi vida, pero me equivoco con más frecuencia de la que me gustaría poder admitir. Y lo pago caro, Dios sabe que lo pago caro. Bueno, mi cuerpo también lo sabe.

Resulta que tras una alimentación - dieta con la que he perdido 20 kilos para volver a un estadio normal para mi estatura, complexión, etc., mi cuerpo ha decidido que va a seguir un modo de vida austero cueste lo que cueste. Además, se ve que piensa cobrarme una alta factura por cualquier exceso que me permita. Ni una grasa, nada de trasnochar (mucho), nada de humo, nada de frío.

¿Qué pasa si "no me porto bien"? Pues que escribo este post a base de manzanilla templadita, mesa-camilla y sofá. A parte de eso, mi cuerpo ha decidido que, según él, lo más sabio es que me suba la temperatura de golpe, me quede en cama, y poco a poco -muy, muy, muy poco a poco- se me pase. Asco de todo...

¿Por qué no aprenderé a la primera? ¿Por qué me obstino en seguir comiendo cosas que sé que me provocarán esto? ¿Por qué? Yo os lo diré: GULA. Sí, la gula es un pecado capital, así que arderé eternamente en las calderas del infierno. Eso lo tengo asumido, pero ya que va a ser así, que sea con un brownie, ¿no? Ah, y ya de paso, con unas tartas de limón, unos crespells y robiols, y un buen pedazo de lomo de cerdo aderezado.

Mantequilla, manteca y cerdo es lo que peor me sienta. No, no por ello me voy a convertir al islam ni al judaísmo. Tranquilos. En estos momentos me siento como las nenas que van en shorts en pleno mes de enero, con una supersudadera XL porque es muy cool, congeladas de frío, pero incapaces de ponerse unos pantalones largos, porque eso, amigos, no mola. Se congelan día tras otro y saben por qué, pero insisten en ello y persisten en su particular error de congelación. Yo soy como ellas, pero con los dulces.

Otro día os hablaré de este tipo de alumnos/-as, que también se merecen un espacio en este nuestro blog. Yo, mientras, pagaré la penitencia de perseverar en el error. ¿Algún truco para no sucumbir?

2 comentarios:

  1. I que dius dels crepes de la pescadora????

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    1. Ufff, els creps de La pescadora són un manjar de dioses... Els somiaré tota la nit!!!

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