jueves, 13 de diciembre de 2012

Mundo interino

Antes de empezar os aviso de que tengo un severo SPM y dolor de muelas a partes iguales. Y hace frío. Y tengo hambre y no puedo comer guarradas. Asco de genes. Bueno, dicho esto, voy a procurar que nadie muera mientras perpetro este post, así que me animo con él y hoy os cuento qué es "Mundo interino".

Mundo interino es todo el colectivo de profesores interinos (la mayoría de ellos en paro) que se dan consuelo mutuo real o virtualmente. Viven en un mundo de fantasía que se llama Villainterino, en el que todos los profesores tienen trabajo y pueden desempeñar su labor docente. Muchos de ellos han desarrollado el síndrome del profesor estresado y van preparando materiales como si estuvieran planificando clases pese a hacer meses ya que están en paro. ¡Éstos son los más peligrosos! ¡Huid de ellos, insensatos!

Para agradar al Ministro Wert y a su futura contrarreforma, Mundo interino también se segrega por sexos para llevar a cabo sus actividades cotidianas, que podríamos reflejar en "Los lunes al sol" para ellos y "Usos amorosos de la posguerra española" para ellas.

LOS LUNES AL SOL
Y los martes, y los miércoles, y los jueves...


El interino macho lee, lee mucho, ve todos los documentales de La 2, es asiduo a las entrevistas de TV3 y escucha música underground. Además, es un friki de la informática. Pese a todo ello, y como buen macho que es, también le preocupa su aspecto físico; es por eso por lo que procura ir al gimnasio unas tres veces por semana y a correr varios kilómetros otras tantas.

El interino macho mantiene contacto con sus congéneres en un lugar inhóspito llamado "bar". Ahí consulta la prensa diaria y, con suerte, tendrá un euro para tomarse un café. El interino macho también lleva a cabo otras actividades inclusión grupal de género entre las que se encuentran "los partidos", ya sean reales o televisados. De cualquier deporte, eso no importa.


USOS AMOROSOS DE LA POSGUERRA ESPAÑOLA
Si no habéis leído este ensayo de C. Martín Gaite, leedlo. Os encantará. 
La interina hembra es una histérica por naturaleza. Estar desocupada la pone de los nervios y para paliar esa situación procura entretenerse con cualquier cosa que tenga a mano. Voraz lectora, necesita realizar otras actividades para desarrollarse en su vida diaria. El frío y la comodidad del pijama hacen que salga menos, así que la mayoría de sus tareas se desarrollan en el ámbito doméstico.

Entre sus múltiples aficiones redescubiertas se hallan la cocina, el punto de cruz, la calceta y hasta la limpieza. ¡La limpieza! La interina hembra se ha convertido en el adalid del orden y la pulcritud domésticos. No es capaz de sentarse a coser tranquilamente en la mesa camilla mientras ve alguna serie de sobremesa hasta que su casa no luce impecable.

La interina más díscola también se decanta por otros menesteres que, si bien son igual de femeninos, resultan más propios de aquellas congéneres de zonas industriales (lo que vienen siendo las poligoneras, vamos). Uno de esos menesteres es el maquillaje que, junto a la manicura, pueden hacer que una tarde aburrida se convierta en un momento de creación y realización personal siempre que no se acabe con la cara como un cuadro de Picasso o con las manos como las de un camionero.

La interina hembra a menudo se plantea si fueron necesario cinco años de carrera y uno de CAP para acabar haciendo magdalenas, coulants de chocolate, empanadas de pollo o berenjenas rellenas... Pero es que el mundo universitario era tan "cool" que estudiábamos por puro gusto. ¡Qué más da si luego vas a acabar en tu casa mirándote las lorzas debajo de la combinación del pijama! Eres una interina hembra en paro y tu misión vital es hacer bufandas, mantelitos de punto de cruz y bizcochos de anís.

Pero no os creáis que la interina hembra sólo se desenvuelve en el ámbito doméstico, no. La interina también sale de casa para reunirse con sus congéneres. Lo suele hacer en un entorno amable llamado "cafetería" y suelen pedir una infusión, puesto que mantener la figura es lo primero. En esas ocasiones la interina saca lo mejor de sí y se atavía con sus mejores atuendos para darse un paseo por las calles cercanas. Ya sabéis que una tiene que ir mona hasta a comprar el pan.


Así pues, esta viene siendo la configuración de Mundo interino. Algo malo me hace presagiar que, como esto siga así, vamos a saturar los servicios de salud mental de la sanidad pública. Ah, no, espera, que sanidad pública ya no vamos a tener... ¡Mejor! Así acabamos todos como la vieja de los gatos. Hala pues.

* Nadie ha sido asesinado durante la elaboración de esta entrada. Dormid tranquilos. 

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