jueves, 25 de abril de 2013

¿Cómo hacer que los de la Conselleria te llamen para ofrecerte trabajo?

Pequeña guía para conseguir la soñada llamada de la Conselleria a fin de obtener una sustitución.

¿Cómo hacer que los de la Conselleria te llamen para ofrecerte trabajo?


1. Sea feliz y pase del teléfono.
2. No espere llamada alguna desde por lo menos el mes de octubre.
3. Haga planes.
4. Apúntese a exámenes oficiales.
5. Enamórese y sea muy, muy pero que muy feliz. Asquerosamente feliz. :D
6. Concierte todo tipo de citas.
7. Intente conseguir un trabajo en otro ámbito.
8. Planifique un viaje.
9. Intente mantener la línea.
10. Olvídese de la docencia.

Y es entonces cuando...

¡RIIIIIING!

Sí, amigos, os llaman de la Conselleria y os mandan a Ibiza, con lo que el decálogo anterior se va a la mierda pero sois estúpidamente felices de volver a entrar en un aula con treina monstruitos a los que, confesadlo, echabais de menos. Entonces lo anterior se convierte en:


1. Sea feliz y pase del teléfono.
Vuélvase una histérica pegada al teléfono.

2. No espere llamada alguna desde por lo menos el mes de octubre.
Quédese pegada al ordenador y al teléfono buscando pisos, organizando los primeros días, contactando con el centro...

3. Haga planes.
Deshaga todos los planes y reorganice su vida en 20 minutos.

4. Apúntese a exámenes oficiales.
En el mejor de los casos podrá correr para anularlos o podrá pedir un día en el trabajo, en el peor, perderá la convocatoria y el dinero.

5. Enamórese y sea muy, muy pero que muy feliz. Asquerosamente feliz. :D
 Bueno, ésta puede seguir igual, porque el amor no conoce distancias, y siempre espera a los apasionados reencuentros. Ya me entendéis... jejejeje.

6. Concierte todo tipo de citas.
Anule todo tipo de citas -médicas, laborales...- y posponga su salud, su vida social, etc. hasta que acabe el curso.

7. Intente conseguir un trabajo en otro ámbito.
Cuando tenga algo medianamente apalabrado, zas, le llamarán. No falla.

8. Planifique un viaje. Cómprese un billete de avión o barco para echarse una escapadita de placer. Esta tampoco falla: la Conselleria le llamará y tendrá que cambiarlo o anularlo todo.

9. Intente mantener la línea.
El histerismo se apoderará de usted y devorará todo el chocolate de su casa y cualquier otro 'alimento' guarreril con un montón de calorías. 

10. Olvídese de la docencia.
Tendrá que rebuscar entre sus materiales didácticos todo aquello que pueda serle útil según los cursos que vaya a impartir. 

Hala pues. A partir del lunes este blog retomará su nombre y, al menos durante dos meses, ya no seré una interina en paro y os podré ir contando historias de día a día, y no sólo las anécdotas que recuerdo o mis cruzadas contra la burrocracia educativa y sus gerifaltes.

PD: Desempolvar la Iberia Plus de tanto en tanto no viene mal.

martes, 23 de abril de 2013

Fuuuuuu, alimentando a los ladrones.





Vosotros os preguntaréis qué es todo esto de la imagen; pues yo os lo respondo rápido: Se ve que en septiembre de 2011 -WTF? Sí, hace ya más de un año y medio- cobré, según la Conselleria d'Educació, 79'97 euros de más, y los tengo que devolver.

Hasta ahí todo bien, cumpliré como ciudadana, pero obviamente, a parte de hacer caso a esos papelacos con los cuales hay que comulgar -entre los cuales, cómo no, se encuentra el formulario para pagar-, antes he llamado a la Conselleria para que me informaran de qué pasó realmente: UN ERROR SUYO. Así que de acuerdo, yo cobré 80 euros que no me tocaban, pero por un error suyo. Lo triste es que los errores de la administración los pagamos entre todos. Y las langostas de los consellers en Cabrera también.

sábado, 13 de abril de 2013

CATALANOFOBIA

Hoy no voy a escribir, sólo voy a compartir con vosotros el vídeo de esta chica cuya opinión comparto al 100%.



En Baleares es aun peor, porque hay gente que a parte de no entender de lengua, tampoco entiende de historia ni de geografía. Por suerte mi familia de Canarias es sensacional y entienden que haya lenguas diferentes. ¡Si hasta tengo una prima enganchadísima al trempó y una vez cada tanto cuando vamos hay que hacer un arroz brut! Lo de las ensaimadas es evidente e indiscutible.

jueves, 4 de abril de 2013

Juicios paralelos

Que todos éramos médicos o que todos éramos profesores ya lo sabíamos. Cualquiera te recomienda un fármaco que va bien para tal o para cual dolencia y, cómo no, todos estamos en posesión de la verdad absoluta al hablar de educación... Yo no sé ni para qué estudiamos ni para qué nos formamos. Lo mismo sucede en otros ámbitos, aunque aquél en el que ocurre de una manera descarada, de escarnio público y harto humillante es el de la justicia. Sí, señores. Ahora todos somos jueces.

No, amigos, no hablo de que eso de que todos y cada uno tenemos nuestra opinión acerca de algo y que actuaríamos de la manera que creyéramos más oportuna. No es a eso a lo que me refiero. En este caso me centro en aquellos juicios reales que tienen una repercusión mediática -mayor o menor-. El problema no es sólo que todo el proceso y todos los implicados aparezcan señalados públicamente -aun sin que se sepa si son inocentes o culpables-, sino que también, por parte del pueblo, se produce un juicio paralelo.

No hablo de Bárcenas ni de sobres, sino de los cuatro desgraciadicos que ponen de cabeza de turco o que tuvieron la desgracia de tener algunos tropezones en su vida. Los pueblos te sentencian antes de que se te impute delito alguno. A fin de cuentas, si se habla de esa persona es por algo, ¿no? ¡Cuánto daño que se puede hacer con eso! Y no es un daño momentáneo, no, es un -mal- prestigio y una  -mala- imagen que pueden perdurar años aun a sabiendas de que todo lo que se dijo fuera falso. Y aunque no lo fuera, parece que "la opinión general", se equivoque o no, es la que vale.

Cierto es que la justicia en este país está totalmente carente precisamente de eso, de justicia, pero el daño moral y familiar que pueden llegar a hacer las malas lenguas es casi irreparable. Ahí está, aunque se sobrelleve, no se borra. Aunque podamos dar nuestra opinión sobre cualquier hecho... ¿por qué no nos ponemos a pensar en las consecuencias que pueden acarrear a terceros nuestras palabras -o incluso invenciones-?

Justicia muy laxa con unos y muy severa con otros, lenguas viperinas y sociedades aún por madurar forman el trinomio perfecto para destrozar la vida a una persona, sea o no verdad lo que se dice de ella. Y así nos luce el pelo, que pagamos el paro a Bárcenas y queremos encarcelar a la mamá que se encontró con una tarjeta y fue a hacer una compra para sus hijos. Así nos luce el pelo...