sábado, 4 de enero de 2014

O no pongo título, o empiezo a despotricar.

Señoras y señores, odio el CEPA. Esto no es nuevo, lo sé, pero casi que prefería que me hablaran de extraterrestres a pasar el frío inmundo que vengo padeciendo este curso. Desde que acucia el frío todos los martes me pongo mala, y eso provoca que los miércoles y los jueves esté hecha un cuerpo-escombro. Y vosotros os preguntaréis: ¿Por qué los martes? Porque los martes son los días de permanencia y estamos tooooooodos los compañeros en la sala de profesores. Eso ha sido siempre así, pero se ve que este año los termostatos no están ajustados. Y trabajar en una puta casa vieja no ayuda. Y tener una puta mierda estufa eléctrica como toda calefacción tampoco.

De acuerdo. Yo soy friolera. Lo reconozco. En verano me llevo mi rebequita y mi pañuelito y santas pascuas. No hay más. En verano hace calor, y si yo tengo fresquito es MI problema. Lo que no han asumido mis compañeros en que en invierno hace frío. Y en Menorca más. Ergo si ellos en invierno tienen calor, deberían optar por quitarse ropa. No, señores, no digo que tengan que hacer un striptease encima de la mesa de la sala de profesores -bueno, que cada uno haga lo que le dé la gana-; sólo pido que CIERREN LA PUTA PUERTA para evitar corrientes y que NO PAREN LA PUTA ESTUFA. It's so easy!

La excusa de que yo llevo poco abrigo no se la creen ni ellos. Si llevo una camiseta térmica, camiseta o camisa y rebeca o americana, más el pañuelo o la bufanda de rigor y botas de piel con calcetines gruesos sobre medias tupidas y sigo teniendo frío, el problema ya no es mío. Si vosotros, adorables compañeros -y esto no va con sorna, la verdad es que son majos, así que cuesta enfadarse con ellos- tenéis calor y lleváis un puto jersey de lana tejido con tooooooda la lana de 23.554 putas ovejas de la campiña inglesa sobre una camiseta -o dos-, hacéroslo mirar. ¡Quitaros el puto jersey! Repito que no es que quiera ver desnudo a nadie, pero es que es de lógica.

Todo esto no viene por capricho. Dos o tres semanas antes de acabar las clases en diciembre pillé un espantoso e infernal dolor de espalda -probablemente por las corrientes y por el frío (a la humedad estoy acostumbrada, siempre he vivido al lado del mar o de una albufera, así que a otro perro con ese hueso). El dolor acabó por cesar, ¡bendito ibuprofeno!, pero el frío no. La última semana, caí severamente enferma. SEVERAMENTE. Seguí yendo a trabajar porque no estoy como para que me descuenten por días de baja -y para ver si contagiaba a alguien más, todo hay que decirlo; mal de muchos, consuelo de tontos-. Lo que más me repateó fue que se tomaran a coña que yo enfermaba por pasar frío en el CEPA. Ahí no volaron balas y latigazos por culpa de los recortes, que si hubiera habido presupuesto... Jajajaja. Bromas a parte. El martes 17 pillé un frío infernal y a partir del día 18 hasta ahora he estado enferma con una gripe que me ha dejado secuelas.

Empecé con los típicos síntomas del catarro, que para el sábado que tenía que regresar a Mallorca ya había digievolucionado a unas infernales anginas que me molestaban hasta para respirar. Después de un ciclo de mega-antibióticos y de fiebre continua des del día 18 hasta más o menos el 25 o 26, ¡bendito paracetamol!, aún no me había librado de los siempre tan divertidos mocos, que tuvieron a bien abandonar mi cuerpo para el día 30, más o menos, después de 12 días de mega-mucolítico y espráis nasales. Y no, el moco no estaba en el pecho, sino debajo de los ojos. ¡Es súper-híper-mega divertido! ¡No os lo imagináis! ¿Os creéis que aquí acaba la cosa? ¡No! La otitis se hizo más fuerte, ya que el mega-antibiótico no dio abasto entre anginas y todo lo demás, y decidió especializarse. Y mis bacterias también. Ni os imagináis lo que eran las palpitaciones en el oído derecho. Uuuuuna cosa...

Así que ya me tenéis el día 30 yendo a suplicar una visita a mi médico de cabecera. Mi médico es el puto amo. Me encanta. No se anda con chiquitas ni con rodeos. Después de poder conseguir un otoscopio decente para examinarme -ya sabéis que la sanidad pública nada en la abundancia- confirmó sus sospechas: "Niña, tienes una otitis de mil pares de cojones". Esto no sería tan grave si no hubiera tenido otitis recurrentes desde los dos años, diferentes perforaciones y fisuras en el tímpano y una retracción timpánica. Y mira que me cuido, eh, pero lo que más rabia me da es estar mala por culpa de otros. Bueno, a lo que iba, pues que me mandó oooootro ciclo de antibióticos, que son otro tipo de mega-antibióticos, porque los anteriores, pese a ser también mega, se ve que no lo eran lo suficiente, y unas gotas también con antibiótico. Y aquí estamos. Sobrevivo. Igual no os importa, pero os lo digo. :D

Haced cuentas de los días que llevo mala. Desde que cumplí 28, el 18 de diciembre, estoy enferma. Y no, no es que me vuelva vieja (porque soy la más joven del claustro, bien que se acuerdan de ello cuando hay que hacer actas), es que mis compañeros me quieren matar. Lo he descubierto. Durante los últimos días, ya siendo un moco febril andante, les dije que, con todo el dolor de mi corazón, prefería que los que estuvieran malos fueran ellos y no yo -para qué vamos a ser tontos-, porque yo ya llevaba un par de rachas de esas en las que no remontas. No acabó aquí la cosa. Una compañera tuvo a bien soltarme que eso era ser "poco solidaria". A tus huevos morenos. ¿Perdona? ¿De solidaridad me habláis? ¿Y donde está vuestra solidaridad cuando hace frío y hay corrientes en la sala de profesores? ¿Dónde está cuando me veis mala y aún así me miráis mal por encender la estufita eléctrica y ponerla a tope? ¿Dónde está cuando tengo que venir con más jerseis de casa y me veo obligada a trabajar de manera aparatosa? Lo he decidido. Os adoro, pero esto es la guerra. Antes pilláis vosotros el sarampión que yo otra gripe/catarro/dolor de espalda. Por si alguno de vosotros lee esto, aquí debajo os dejo un pacto de no-agresión. Creo que os conviene, porque si por algo soy conocida es por ser muuuuy pertinaz.

BREVE PACTO DE NO AGRESIÓN A CUENTAS DE LA TEMPERATURA EN LA SALA DE PROFESORES DEL CEPA:

1. En el clima mediterráneo en primavera-verano hace calor -no entraremos ahora en las excepciones porque podemos llegar a las manos-. :D
2. Yo llevaré rebeca y pañuelo a partir de mayo-junio para que podáis abrir las ventanas de par en par y poner el ventilador al máximo, que sé que os mola como se mueve.
3. En el clima mediterráneo en otoño-invierno hace frío (mirad lo de las excepciones del punto 1).
4. Si tenéis calor, quitaros ropa. Bajo ningún concepto dejéis la puerta abierta ni apaguéis la estufa. No es broma. Si lo hacéis moriréis entre terribles sufrimientos. A mí quien me la hace la paga. Tarde o temprano, pero me la paga (¡bendito karma!).
         4.1. En serio, cerrad la puta puerta, que semblau d'Aló!
5. Los cuatro puntos anteriores se pueden resumir en el "método cebolla". Si trabajas en una casa vieja y mal acondicionada lo mejor es ir vestido a capas, para evitar pasar frío o calor. No hay más. Yo no puedo trabajar con el abrigo puesto. Me niego.
6. Puedo prescindir de los cinco puntos anteriores si alguien consigue que nos pongan por las tardes en un instituto con calefacción, en un solo centro, sin desplazamientos. Os doy de margen hasta el 20 de enero. Se permite el secuestro de la consellera, aunque no sé si pagarían mucho por su rescate...


Por cierto, aún conservo los oídos. La garganta me ha quedado afectada, y la sensibilidad auditiva también. Lo de que prefiero que enferméis vosotros a volver a caer yo otra vez va en serio. Lo siento. Es cuestión de supervivencia.

4 comentarios:

  1. Yo, estimada compañera, como tengo "biopreno", lamento discrepar !! Odio las calefacciones en las escuelas !! es más, sabes que me gusta la historia de la educación, alguna la haría al aire libre en Invierno !! eso sí, el aire acondicionado debería ser obligatorio desde abril jajajajajajajjajajajajajjaa Saludos, me encanta como escribes !!

    ResponderEliminar
  2. Jo el problema el tinc en el pis que està adaptat a la calor i l'estufa de vegades no és suficient!!! A Eivissa també fa molta humitat!!

    ResponderEliminar
  3. Querido capitán, bien sabe usted que antaño en las escuelas había estufas de leña o de gas que el maestro se encargaba de encender. :D Eivissenca anònima, gràcies per comentar!

    ResponderEliminar