lunes, 18 de mayo de 2015

No es mi culpa, es culpa de las personas de vicio y perdición que me rodean.

Aunque no os lo creáis, es así. Una está en plena operación bañador estampado (la operación bikini la dejamos para otro año, si eso) y su chico la invita a cenar al McDonald's. Yo iba a tomarme una ensaladita y tal, pero como todos sabéis, ir al McDonald's a por una ensalada es como ir a un puticlub a por abrazos: un oxímoron*.

Mientras cenaba en el McDonald's vi de refilón la figura de David, un compañero mío de la carrera que, después de hartarse de la Regenta y de su putísima madre, ahora ha retomado sus estudios en la UNED con un éxito apabullante (10 en Sintaxis, no digo más). Me he emocionado muchísimo al verlo, pues con él no sólo me divertí en un porrón de asignaturas, sino que también compartimos incontables anécdotas del bar de la facultad. Sí, ese bar que hacía las veces de cantina, biblioteca, núcleo cultural y taberna de jóvenes desastrados. ¡Qué tiempos! 

Así pues, ahora que tenemos identificada a Persona de Vicio y Perdición 1 (PVP1) y Persona de Vicio y Perdición 2 (David), no os extrañará que hoy la dieta me la haya pasado por el potorro, arco de triunfo, mismísimo toto, lugar cuyo nombre una señorita no puede mencionar, así que mañana, como la cosa no pinta nada halagüeña, pues mis compañeros de trabajo también son PVP y tienen a bien compartir un montón de guarrerías con los demás, será cuestión de mañana levantarse una horita antes e ir a caminar, que tampoco lo prometo, ¡pero lo intentaré! :D 

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*Para los de la Logse (como yo), los de la LOE y los pobres sufridores de la Lomce de ahora en adelante: oxímoron = contradicción. 

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